viernes, marzo 24, 2017

Roberto Álvarez Quiñones: Cuba, más atada que nunca a EEUU. Con toda su dependencia comercial de EEUU antes de 1959, Cuba jamás estuvo tan subordinada al vecino EEUU como luego lo estuvo de la URSS, Pedro Pablo Arencibia Cardoso: ¿Fue la República de Cuba (1902-1958) una neocolonia de los EE.UU.? Dos ejemplos que lo niega.


Cuba, más atada que nunca a EEUU

Por Roberto Álvarez Quiñones
Los Ángeles
24 de Marzo de 2017

La mejor manera de constatar que la economía de Cuba depende hoy de EEUU más que nunca antes en su historia es haciendo un ejercicio mental muy simple: imaginarse que Washington prohíbe los viajes, remesas y paquetes hacia la Isla, con excepción de medicinas y visitas excepcionales de cubanos a ver a familiares muy enfermos.

¿Qué pasaría? ¿Puede alguien hacer una evaluación coherente de un escenario como ese?  Muchos ni querrán imaginárselo siquiera. Eso no va a ocurrir, pero solo suponerlo hipotéticamente pone los pelos de punta a muchos, sobre todo a la elite político-militar castrista. De hipótesis y posibles escenarios se nutren también las ciencias políticas.

La propaganda castrista ha estado machacando durante casi 60 años que Cuba antes de 1959 era una neocolonia de EEUU. Claro, a los medios y a los centros académicos en la Isla les prohíben investigar o publicar nada acerca de cómo la Cuba "revolucionaria" fue muchísimo más dependiente de la URSS que la Cuba "burguesa" de EEUU. Y lo que es peor, que hoy depende más que nunca del cash norteamericano, sobre todo a partir de la devastadora crisis económica en Venezuela.

La hipocresía en la realpolitik, y la doble cara del régimen castrista, son evidentes. Con una cara agita en lo interno la bandera contra el "Imperio" y el "criminal bloqueo", y con la otra  ruega, gestiona, y mueve tras bambalinas sus tentáculos en EEUU en los círculos políticos más a la izquierda, y dentro del empresariado norteamericano, para alentar los viajes y vuelos comerciales a Cuba, y para que el Congreso levante el embargo y así poder tener acceso a créditos internacionales e inversiones extranjeras.

Esto último, obtener créditos, dinero en efectivo e inversiones es clave para el dictador y su Junta Militar. Los planes de traspaso del Gobierno y de la dirección del Partido Comunista (PCC) a militares y civiles "no históricos", a partir de 2018, requieren de un respaldo financiero estabilizador que ahora no tienen.

Más dinero estadounidense que nunca

Entre remesas, paquetes, y viajes a Cuba, desde EEUU en 2016 llegaron a Cuba más de 7.000 millones de dólares. Esa cifra ya superó, según los expertos, el monto de los subsidios venezolanos. Triplicó los ingresos de la industria turística cubana, casi duplicó el valor de las exportaciones cubanas de bienes en 2016, que no  llegaron a los 4.000 millones y fue 15 veces superior al  valor de las exportaciones de azúcar. Por cierto, en esta última zafra de 2016 la Isla obtuvo solo la tercera parte del azúcar producida en 1925 (5,1 millones de toneladas).

De 1902 a 1958, si bien casi el 80% del azúcar cubano era exportado  a EEUU (a precios superiores a los del mercado mundial) y el resto del comercio isleño se realizaba en buena medida con el vecino norteño, había dos grandes diferencias con respecto a la realidad presente:

    No había, como ahora, casi dos millones de cubanos en EEUU aportando al país más divisas que la suma de todas las exportaciones cubanas de bienes, incluyendo azúcar, níquel, tabaco, ron y productos farmacéuticos. Las divisas obtenidas con las exportaciones de bienes de la Isla en 2016 representaron la mitad del total recibido  desde EEUU.
    Había empresa privada en Cuba, que generaba el grueso del Producto Interno Bruto (PIB),  para un PIB per cápita superior al de España y casi igual al de Italia.

Parasitismo genético

El problema es que, a diferencia de una economía de mercado, la de Cuba es parasitaria, debido a la tara genética de su estatismo marxista-leninista, contrario a  la naturaleza humana. Y solo puede funcionar si es subsidiada desde el extranjero. Antes desde Moscú, y después desde Caracas. Ahora, con la crisis en Venezuela, la economía cubana es sostenida por la "gusanera" de  Miami.  El cash que satisface  hoy la mayor parte de las necesidades en Cuba tiene origen "imperialista", y valga la ironía.

Eso no ocurrió nunca antes. Según cifras oficiales, en los años 50  EEUU adquiría el 57 % de las exportaciones totales de Cuba. O sea, la Isla vendía al resto del mundo casi la mitad de sus bienes exportables, incluyendo ganado bovino, café, piña y otros productos que el país luego fue incapaz de exportar al llegar los Castro al poder. En esa década precastrista Cuba producía 60.000 toneladas de café anualmente. En 2016 produjo 5.687 toneladas. Increíble, pero cierto.

De la dependencia de la URSS  el reconocido economista cubano, profesor Carmelo Mesa-Lago, ofrece cifras elocuentes. En 1989 Cuba recibió de la URSS y en mucho menor grado de otros países "hermanos", el 98% del petróleo,  80% de la maquinaria, 57% de los productos químicos y 53% de los alimentos. El 78,6% de todas las importaciones también procedieron de esas naciones comunistas.

De acuerdo con las pocas cifras oficiales al respecto, desde el ingreso de Cuba en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), en 1972, el intercambio comercial total cubano (exportaciones e importaciones) con la URSS y demás países comunistas osciló entre un 75% y un 80%. El clímax se produjo entre 1984 y 1991, durante el apogeo de las subvenciones soviéticas, cuando  Moscú pagaba a los Castro 45 centavos por libra de azúcar  mientras en el mercado mundial se cotizaba a 4 o 5 centavos.

Lo que pocos saben en el mundo es que el grueso de esos suministros Cuba lo recibió gratuitamente, pues no pagó nunca sus enormes déficits comerciales. Acumuló así con Moscú una deuda de 35.000 millones de dólares. El 90%  fue perdonada en 2014 por Vladimir Putin, consciente de que nunca la cobraría. Quiso obligar al general Castro a pagar, al menos, 3.500 millones. Pero igual no va a cobrar ni un centavo.

Conservo en papel de teletipo, ya amarillento, un reporte de la agencia AFP de 1995 en el que se aprecia que entre 1984 y 1991  Cuba acumuló un déficit comercial de 16.084 millones de dólares en esos 8 años, un promedio de 2.010 millones anuales, con un pico de 2.740 millones en 1989. Y casi todo ese comercio desbalanceado fue con la URSS.

Subordinación total

Por otra parte, la Isla recibía gratuitamente miles de millones de dólares en armamento de todo tipo: aviones, tanques, cañones, barcos, cohetes, vehículos, fusiles, y el avituallamiento para el que se convirtió en el ejército más grande y poderoso de América Latina luego del brasileño. Cuba recibió incluso 42 misiles nucleares (podían alcanzar Washington y Nueva York) que pusieron al mundo al borde de una guerra atómica, en 1962.

Pero el colmo es que en los años 80 (hasta 1986), el entonces ministro de Economía de Cuba, Humberto Pérez, me dijo off the record  que Moscú vendía a países capitalistas casi tres millones de toneladas de petróleo crudo que Cuba no consumía de su "cuota asignada" anualmente en el CAME, y que luego enviaba el dinero a La Habana, por un monto superior a las divisas provenientes de las exportaciones  azucareras.

Claramente vemos que Cuba no era una neocolonia, sino una colonia soviética estrictamente hablando, pues agreguemos  que el mayor aparato de inteligencia y de represión de Latinoamérica, el castrista, fue montado y entrenado por la KGB, con ayuda de la neonazi Stasi germano-oriental. Todo gratis.

Con toda su dependencia comercial de EEUU antes de 1959, Cuba jamás estuvo tan subordinada al vecino EEUU como luego lo estuvo de la URSS, a 19.000 kilómetros de distancia, más allá del Mediterráneo.

Y teniendo en cuenta el parasitismo inherente al castro-socialismo, hoy Cuba depende tanto de EEUU que si se produjese el escenario que señalé al principio la nación se paralizaría. Sería otra Cambodia con ollas colectivas para mal comer. Sin el dinero "yanqui" el castrismo sería insostenible.
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¿Fue la República de Cuba (1902-1958) una neocolonia de los EE.UU.? Dos ejemplos que lo niega.
Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso
1 de mayo de 2016

Aunque L. H. Jenks escribiera el libro Nuestra Colonia de Cuba, Cuba republicana no fue nunca colonia de los Estados Unidos, de la misma manera que la tiranía cubana no fue tampoco una colonia o un satelite de la Unión Soviética. Entre la tiranía isleña y el régimen comunista de la URSS lo que existía realmente era una fuerte relación simbiótica desde el punto de vista político, la cual incidía muy significativamente en el aspecto económico de las relaciones. Los múltiples desencuentros entre las partes, en ambas etapas de nuestra Historia, niegan la existencia de una relación Colonia-Metrópoli entre ellas.
En la etapa republicana de Cuba  y en lo referente a la economía en 1958,  menos del 5% de la economía cubana estaba en manos de ciudadanos de los EE;UU., mientras que aproximadamente el 85%  estaba en manos cubanas. En 1958 aproximadamente entre el 82% y el 85% de la riqueza nacional estaba en manos cubanas, según se infiere del Anuario Azucarero de 1958 (página 11) y de la tabla de la página 24 del libro En el último año de aquella República de Ramiro J. Abreu. En la rama azucarera los cubanos eran los dueños de aproximadamente el 60% de la producción de azúcar; el casi 40% que estaba en manos norteamericanas podemos verlo desde diferentes perspectivas; una de ellas, raramente abordada, era la de ser un fuerte baluarte en el mercado consumidor norteamericano a favor de toda el azúcar producida en Cuba, pues garantizaba unos poderosos aliados: los intereses de los productores norteamericanos de Cuba,  frente a los productores de azúcar  de remolacha  producida en los EE.UU..
 La renta anual por habitante en los años 50  osciló entre los 330 dólares y los 350 dólares; la de E.U. era aproximadamente de 2 000 dólares (los cubanos no nos comparábamos con los demás países latinoamericanos o europeos; En 1953, el ingreso nacional per cápita de Cuba era de $325, superior al de Italia ($307), Austria ($290), España ($242), Portugal ($220), Turquía ($221), México ($200), Yugoslavia ($200) y Japón ($197) según Charles P. Kindleberger en su libro Economic Development,  publicado en 1958. Nuestro referente desde mediados, y quizás desde antes, del siglo XIX eran los EE.UU.)   según escribe el economista y comunista Oscar Pino Santos  en la página 97 de su libro La Penetración  del Imperialismo Norteamericano en la Economía Cubana, escrito en 1957. En el Atlas de la Economía Mundial de fines de la década de los cincuenta, Cuba estaba situada en el lugar 22 entre más de ciento veinte naciones (Apuleyo, 149). Sobre la base de los valores de la Tabla de la página 16 del Material de Estudio Nro. 3 del Ministerio de Educación de Cuba, los Países en Desarrollo y Países menos Desarrollados tuvieron respectivamente en 1976 un Producto Nacional Bruto per cápita de 450 y 140 dólares y en 1987 de 650 y 210 dólares respectivamente, todos menores que el que tuvo Cuba en 1957 (433,5) cuando se tiene en cuenta la devaluación que ha tenido el dólar desde 1957 hasta esas fechas.

Esos resultados económicos se obtuvieron pese a la inestabilidad política que presentó el país y a las medidas económicas norteamericanas que afectaron a la economía cubana: solamente la aprobación norteamericana  en 1956 de reducir del 96% hasta el 29% la participación cubana en el mercado azucarero norteamericano dieron a Cuba pérdidas de 240 millones de dólares  según las páginas 14 y 15 del libro  El último año  de aquella república de Ramiro J.  Abreu al dejar de exportar a Estados Unidos 1 156 902 toneladas métricas de azúcar según  se lee en la página 52  del libro La Economía Cubana en los años 50, del  entonces economista oficialista  Ismael Zuaznábar. Ramiro J.  Abreu, fue  ex oficial del Ministerio del Interior de la tiranía de los Castro y, en el momento de publicarse ese libro en Cuba (con prólogo del entonces  miembro del Buró Político del PCC  Carlos Rafael Rodríguez)  funcionario del Departamento América, un departamento de Inteligencia y Subverción del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que recibió inicialmente el nombre de Liberación y que tuvo como jefe a Manuel Piñeiro Losada, conocido como ¨Barba Roja,

Esas medidas norteamericanas  fueron producto del lobbysmo  en los EE.UU.en contra  del gobierno de Fulgencio Batista por este haber tomado medidas a favor del desarrollo de la economía en Cuba que afectaban a intereses norteamericanos como fueron:
  • El desarrollo de planes arroceros en Cuba, pues afectaba a los intereses de los arroceros norteamericanos de la cuenca del Mississippi. Cuba llegó a exportar arroz. El Paln de Alonso de Rojas, Pinar del Río, fue uno de ellos.
  •  La decisión de construir un molino de harina en Santiago de Cuba que le quitaba el monopolio al molino ubicado de La Habana, que era de propiedad norteamericana.
  •  El desarrollo en Cuba de la industria de aceites vegetales, pues afectaba a los exportadores norteamericanos de manteca o grasa de cerdo, la cual no era consumida por los norteamericanos.
  • Ventajaseconómicas  a una planta de Niquel, de la cual Batista era uno de sus accionistas, que perjudicaba a la otra planta que existía en el país, la cual era norteamericana.
  • Cuando se fue a renovar el parque de ferrocarriles, que estaban nacionalizados, las locomotoras se las compraron a los alemanes en lugar de comprárselas a la norteamericana  General Motors, 
  • La decisión de construir un molino de harina en Santiago de Cuba que le quitaba el monopolio al molino ubicado en  La Habana, que era  propiedad  norteamericana.
  • El papel de la prensa cubana se compraba a Estados Unidos, lo cual  fue afectado cuando  Cuba  instaló  varias papeleras que usaban bagazo de caña como materia prima.
  • Se iba a llevar a cabo una revisión de las tarifas proteccionistas que perjudicaría a los Estados Unidos.
  • Planes para producir materias en Cuba que hasta el momento eran compradas fundamentalmente a los Estados Unidos; uno de esos materiales  era  el cemento.   Dos marcas de cemento que recuerdo eran  Santa Teresa y El Morro.
  •  Una compañía norteamericana cuyo presidente era hermano del entonces Presidente de los Estados Unidos Dwight Einsehower hizo gestiones para que  la obra del túnel de la bahía de  La Habanase la adjudicaran a su compañía, pero Batista se opuso a esas gestiones y la puso en licitación para que el proyecto mejor y más barato  fuera el escogido. Una  compañía francesa se ganó la obra.
 El túnel de La Habana se enmarcaba dentro de un vasto plan de construcciones para desarrollar la infraestructura turística en el país. Muchas eran las construcciones que se habían construido y se estaba construyendo en el país con ese fin. Algunas de ellas fueron la Vía Blanca, incluyendo el puente de Bacunayagua,  y las carreteras del circuito norte de La Habana, Pinar del Río y Matanzas y otra por el sur del país que conectaba a Trinidad, Cienfuegos, etc.,. A estas obras se sumaban la construcción de fábricas de todos tipo para abastecer al país y a la creciente industria turística Estas obras se hicieron durante el régimen de Fulgencio Batista entre 1952 y 1958. El país estaba pasando de un país monoproductor y monoexportador a un país pluriproductor y pluriexportador donde la industria no azucarera había ya desplazado a la industria azucarera. El turismo había ya desplazado a la industria azucarera como la primera fuente de ingreso del país pese a estar el país en medio de cierta inestabilidad política por la lucha armada contra el régimen de Fulgencio Batista. El país estaba en transición a una economía de comercio y servicios.
Pero con las medidas norteamericanas  puramente económicas  contra el régimen de Fulgencio Batista  no se agotaron las medidas en contra de dicho régimen:  un EMBARGO DE ARMAS  al régimen de Fulgencio Batista, el cual estaba enfrascado en reprimir la subversión armada que existía en el país, fue una de las medidas más dañinas para el futuro de Cuba ... y el de  muchos otros países, incluyendo, en cierta medida  al de  los EE.UU., pese a que durante  la lucha contra  el régimen de Batista  el tirano Raúl Castro había secuestrado a civiles y militares norteamericanos (Operación Antiaérea) y dió ordenes de atacar el acueducto de Yateritas   que daba abasto de agua a la Base Naval de Guantánamo de los EE.UU. en Cuba.

Ya  durante   el gobierno del Presidente Gerardo Machado y Morales  se llevaron a cabo  sanciones norteamericanas  contra el gobierno de  Machado por este llevar a cabo  una política para desarrollar la industria nacional en Cuba. La Ley Arancelaria de 1927 emitida por el gobierno de Machado afectaba a muchos  intereses norteamericanos, los cuales usando a sus lobbystas  promovieron sanciones del gobierno de los EE.UU. contra el gobierno de Gerardo Machado en el marco de la Gran Depresión de 1929 que tuvo un alcance mundial y de la cual solamente se salió por el desarrollo de la industria  de armamentos  durante la II Guerra Mundial.

En Cuba se  falsea la historia.  Un ejemplo es presentar  a la República de Cuba como una neocolonia norteamericana y al Presidente  Don Tomás Estrada Palma, primer Presidente de la república cubana,  como un perrito faldero de EE.UU., pese a que ha sido, aún hasta hoy, el único presidente cubano que ha expulsado de Cuba a un embajador norteamericano, pues expulsó al  Ministro Plenipotenciario de Estados Unidos en La Habana, Mr. Hebert G. Squiers, por hacer declaraciones a favor de los norteamericanos residentes en Isla de Pinos que en 1903 iniciaron un movimiento con el objetivo que la mencionada isla fuera anexada a los Estados Unidos (leer página 257 de la obra  Documentos para la Historia de Cuba, Tomo II de la historiadora Hortensia  Pichardo), lo cual nos habla claramente en contra de la adjudicación a Estrada Palma de un papel de hombre fácilmente manipulable, el cual nunca tuvo; también debemos hablar sobre sus discusiones con respecto al número de bases carboneras norteamericanas en Cuba y con respecto a las gestiones que realizó, a inicios de 1904, para concertar un Tratado de Reciprocidad con Inglaterra. Hortensia Pichardo opina lo siguiente sobre las negociaciones que se llevaron a cabo con los E.U. con relación a las carboneras o estaciones navales:

"Un triunfo diplomático se anotó Cuba al conseguir que las bases fueran arrendadas, no vendidas o concedidas y que La Habana de ningún modo figurara entre ellas.
Otro triunfo se anotó Cuba con respecto al número de las bases, pues los Estados Unidos pretendían cuatro, incluidas en ellas algunas de las mejores bahías de Cuba, Guantánamo, Nipe, Bahía Honda y Cienfuegos, pero al fin quedaron reducidas a dos: Guantánamo y Bahía Honda, y más tarde a Guantánamo solamente.
De acuerdo con el Tratado, los Estados Unidos ejercerían jurisdicción sobre las tierras arrendadas mientras las ocuparan, pero reconocían la soberanía de Cuba sobre dichas tierras."

Es importante señalar que esas negociaciones con relación a las carboneras así como las gestiones que se llevaron a cabo para concertar el Tratado de Reciprocidad con Inglaterra hicieron posible el Tratado Hay-Quesada del 2 de marzo de 1904 por el cual los Estados Unidos renunciaban a favor de la República de Cuba toda reclamación del derecho a Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud.
Los gobiernos norteamericanos no se inclinaron en hacer un uso indiscriminado o exagerado de la prerrogativa que les daba la Enmienda Platt de intervenir militarmente en Cuba. El proceder del presidente Teodoro Roosevelt durante "la guerrita de agosto" de 1906 así lo atestigua, pues tanto el presidente Estrada Palma como los alzados contra él, pidieron la intervención norteamericana y fue el presidente Roosevelt el que trató de que la misma no se produjera. La carta de Roosevelt al embajador cubano Gonzalo de Quesada del 14 de septiembre de 1906 y su telegrama a Estrada Palma del 25 de septiembre de ese mismo año así lo muestran. Algunos fragmentos de la mencionada carta son:

" Solemnemente conjuro a todos los patriotas cubanos a unirse estrechamente para que olviden sus diferencias, todas sus ambiciones personales, y recuerden que el único medio de conservar la independencia de su república es evitar, a todo trance, que surja la necesidad de una intervención exterior para salvarla de la anarquía y de la guerra civil.
Espero ardientemente que estas palabras de apelación, pronunciadas en nombre del pueblo americano, por el amigo más firme de Cuba y el mejor intencionado hacia ella que pueda existir en el Mundo, serán interpretadas rectamente, meditadas seriamente y que se procederá de acuerdo con ellas, en la seguridad de que, si así se hiciere, la independencia permanente de Cuba y su éxito como República se asegurarán
." (Obra citada de Pichardo, p. 283)

En el telegrama de Roosevelt a Estrada Palma del 25 de septiembre, éste le escribe en un tono invocatorio y suplicante:

" Bajo su gobierno y durante cuatro años, ha sido Cuba República independiente. Yo le conjuro, en bien de su propia fama de justo, a que no se conduzca de tal suerte que la responsabilidad por la muerte de la República, si tal cosa sucediere, pueda ser arrojada sobre su nombre. Le suplico proceda de manera tal, que aparezca que Ud. por lo menos, se ha sacrificado por su país y que lo deja aún libre cuando abandone su cargo." (Obra citada de Pichardo, p. 285)

Estrada Palma permaneció intransigente y convocó al Congreso para renunciar pese a que los sublevados no pedían su renuncia. Se creó una comisión para convencerlo que retirara la renuncia pero el resultado fue negativo. No pudieron obtener arreglo alguno con Estrada Palma, el cual, para colmo, le pidió al Vicepresidente que también renunciara, dejando así acéfala a la república.

El país quedó sin presidente y con una sublevación en sus entrañas que deseaba también la intervención extranjera. La intervención se produjo y como la anterior intervención militar, no hubo oposición armada a la misma.

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Cuba y su Historia - Jose A Albertini entrevista a Salvador Lew (22-05-2016)