martes, marzo 03, 2015

Carlos Alberto Montaner sobre la alternativa de una economía centralizada o una economía de mercado.

Entre los comisarios y el mercado

Por Carlos Alberto Montaner
28 February 2015

Parece que una parte sustancial de los artistas e intelectuales españoles, incluidos los medios académicos, va a votar por PODEMOS, la formación política neocomunista que ha irrumpido con fuerza en la escena política.

No me extraña. La intelligentsia latinoamericana y española, como regla general, suele ser estatista. A eso le llaman ser de izquierda. Los escritores, artistas plásticos, músicos, cineastas, actores, autores dramáticos, y, especialmente, los catedráticos y estudiantes de Ciencias Sociales y de Humanidades (antropólogos, sociólogos, arqueólogos, filósofos, teólogos, pedagogos, periodistas, etc.), se sitúan a la izquierda del espectro político. Se colocan, con variable intensidad, en el campo del estatismo.

Pero no todos. Por la otra punta de este fenómeno, en general, una buena parte de las facultades de ingeniería, arquitectura, medicina, odontología, informática, Ciencias Empresariales, y tal vez la mitad de los economistas y abogados, tanto profesores como alumnos, mantienen una actitud diferente.

Entre estos profesionales y aspirantes a serlo abunda un mayor porcentaje de personas que pudiéramos llamar liberales, en el sentido que se le da a ese término en América Latina y Europa. Confían mucho más en el esfuerzo individual, se inscriben en el espacio político del centroderecha, y desconfían de la gestión del Estado porque la experiencia les ha demostrado que suele ser desastrosa.

(Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias, líderes de PODEMOS)

La izquierda está convencida de que le corresponde al Estado, administrado por gobiernos populistas, producir ciertos bienes o gestionar directamente una gran cantidad de servicios para el pretendido beneficio del “pueblo”, lo que inevitablemente significa la adjudicación y el manejo de un alto porcentaje de la riqueza que la sociedad produce.

La derecha, persuadida de que ése es el camino más corto al aumento de la corrupción, al clientelismo, al descalabro económico y al surgimiento de atropellos contra los individuos, defiende que los bienes se produzcan o los servicios se brinden dentro del ámbito privado. Serán mejores, alega, y resultarán más económicos.

¿Por qué esa marcada inclinación populista de la intelligentsia? Sospecho que se trata de una fatal consecuencia del mercado. El vasto campo de los intelectuales y artistas ofrece una mercancía que, independientemente de su calidad, salvo algunas excepciones, difícilmente puede sostenerse motu proprio entre los consumidores. La inmensa mayoría depende fatalmente de cátedras universitarias, subsidios, becas o premios que suelen ser abonados por medio de los presupuestos oficiales. Son “cazadores de rentas”.

En cambio, los profesionales que suministran algún servicio demandado por la sociedad, pese al riesgo que ello entraña, confían mucho más en el mercado  que en la seguridad de colocarse bajo el ala protectora del Estado y recibir un salario mensual o alguna suerte de prebenda.

A esa intelligentsia estatista que rechaza el mercado con un despreciativo aire de superioridad, le gusta autopercibirse como solidaria y generosa, pero, aunque algunos o muchos de sus miembros tengan esos rasgos, en realidad se trata de un grupo que, como es frecuente, defiende sus intereses individuales y busca la protección de un patrón que le garantice la seguridad económica, divulgación y cierta fama profesional.

Claro, eso tiene un costo. En general, las dictaduras ilustradas, es decir, las que poseen un corpus ideológico que define sus presupuestos y objetivos –comunistas y fascistas en primer lugar–, son las que con más habilidad crean instituciones y mecanismos dedicados a controlar a la intelligentsia.

Lo hacen mediante un sistema claramente conductista de refuerzos positivos y negativos, administrado por inflexibles comisarios culturales que manejan  (en Cuba utilizan el verbo “atender”) los gremios en los que colocan a los periodistas, escritores, artistas plásticos y otros intelectuales para servirse de ellos.

Esos gremios son jaulas sin barrotes en las que estabulan a la intelligentsia para vigilarla y organizarla de manera que, dócilmente, los intelectuales firmen documentos, y aprendan y repitan consignas que le sean útiles al régimen para construir y sostener su relato. Si asumen los dogmas de la secta y colaboran en estas tareas, se les remunera generosamente y se les llena de premios y lisonjas. Si se oponen, se les castiga y desacredita.

En cambio, en los regímenes democráticos realmente libres, regidos por la economía abierta, la intelligentsia no está sujeta al látigo de los comisarios, sino a las preferencias del mercado, lo que, con frecuencia, resulta económicamente perjudicial y riesgoso para estos intelectuales y artistas.

¿Es preferible el comisario o el mercado? Los comisarios son despreciables policías del pensamiento que exigen un insoportable sometimiento. El mercado –la libre preferencia de la sociedad—no tiene corazón y los artistas e intelectuales pueden naufragar, pero hay libertad. El mercado es mil veces mejor.

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La fundación relacionada con Podemos cobró 3,7 millones de Chávez en 10 años

Por  Francisco Mercado
 Madrid
17 JUN 2014

La fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), en cuyo consejo ejecutivo han figurado los tres principales dirigentes de Podemos (Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Luis Alegre) ha recibido desde 2002 al menos 3,7 millones de euros del Gobierno de Hugo Chávez, según las cuentas depositadas en el registro de fundaciones del Ministerio de Cultura. En algunos ejercicios, los pagos del Gobierno venezolano, retribuciones por convenios de asesoramiento político, superaron el 80% de los ingresos de esta fundación “sin ánimo de lucro” nacida en 2002 para promover “la redistribución de la riqueza”. El Gobierno español y la Generalitat valenciana son también clientes de esta fundación.

Los principales nexos entre CEPS y Podemos son los siguientes: Iglesias, líder de la formación política creada hace cuatro meses, trabajó en 2006 y 2007 para la fundación desde Venezuela. Desde 2008 hasta ahora, ha figurado como miembro de su dirección. En su currículo, Iglesias se autodefine como “responsable de análisis estratégico de la presidencia de Venezuela con la fundación CEPS”. Errejón, jefe de campaña de Podemos, ha sido directivo de CEPS y durante años firmó sus cuentas. Y Alegre, número dos de Podemos, ha figurado como directivo de CEPS. Ninguno de los tres ni la fundación quisieron detallar a EL PAÍS las cuentas y los convenios.

La única versión obtenida la dio Iglesias en una entrevista con este periódico, en la que negó todo vínculo entre la financiación de su fundación y la de su partido, además de minimizar los hechos. “Hay muchos consultores que trabajan en Venezuela para partidos de la oposición y pueden cobrar 6.000, 7.000, 8.000 euros al mes. Ningún consultor de CEPS ha cobrado cantidades parecidas”.

Tras analizar las cuentas de 2002 a 2012, los ingresos de CEPS revelan varias constantes: en esa década el Gobierno de Hugo Chávez fue siempre su mejor y a veces casi su único cliente; buena parte de los pagos (1,6 millones) fueron por asesorar directamente a Chávez; cobró año tras año por la implantación de un sistema de seguridad social en Venezuela; y además facturó a una decena más de organismos gubernamentales, desde la cadena televisiva Telesur al Ministerio del Interior, para dar clases sobre “globalización”, pasando por el Banco Central de Venezuela para medir la “percepción socioeconómica” de los venezolanos.

El Gobierno venezolano firmó a lo largo de este tiempo varios convenios con la fundación, cuyos ingresos tienen importantes exenciones fiscales. Las últimas cuentas de CEPS, de 2012, reiteran que no pagó impuestos “sobre beneficios”. Sobre el reparto de los ingresos, los estatutos de la fundación aseguran: “Son beneficiarios de CEPS todas aquellas personas que se encuentren en condiciones de tomar parte de las actividades que organiza la fundación”.

Esta es una muestra de los ingresos percibidos por el Centro de Estudios Políticos y Sociales del Gobierno de Venezuela en una década.

2012: 405.084 euros. En este ejercicio, CEPS firmó un convenio de colaboración con el Ministerio del Poder Popular del Despacho de Presidencia de la República por un montante de 273.528 euros. Igualmente, la fundación prestó su ayuda para un grupo de investigación social en Venezuela por 81.160 euros. También rubricó un convenio, por 50.388 euros, de “prestación de apoyo técnico en diseño de implementación de metodología de investigación de escenarios políticos relativos” a la gestión de la Secretaría nacional de Planificación y Desarrollo de Venezuela. Los pagos del Gobierno venezolano supusieron cerca del 54% de los ingresos totales (773.971 euros) de CEPS este año. Además, en 2012 firmó otros dos convenios con el Gobierno de Ecuador por 272.000 euros.

2011: 309. 513 euros. Nuevamente, un convenio de colaboración con el Despacho de la Presidencia de Venezuela que asciende a 231.933. CEPS también suscribió un convenio de colaboración con el Banco Central de Venezuela por 14.000 euros. El trabajo consistió en evaluar “las percepciones socioeconómicas de los venezolanos”. También percibió unos 48.000 euros por labores de investigación social en Venezuela, más otros 15.000 euros por una colaboración con la vicepresidencia de Venezuela. Ecuador, con 71.000 euros, se sitúa a mucha distancia como el segundo mayor benefactor. No en vano, el Gobierno de Chávez aportó el 70% de los ingresos de CEPS en ese ejercicio.

2010: 355.632 euros. Este año la fundación percibió 265.499 euros directamente del departamento que dependía de Chávez. El ministerio para la Comunicación venezolana, a su vez, abonó otros 30.208 euros por “colaborar en la puesta en marcha de una unidad de investigaciones sociológicas y en la emisión de diferentes encuestas cualitativas y cuantitativas”.

Igualmente, la fundación firmó un convenio con el Instituto Venezolano de Seguros Sociales por 16.971 euros para “contribuir al diseño de políticas públicas que garanticen los derechos laborales y por ende los derechos humanos de los trabajadores y trabajadoras venezolanos, fomentando la implementación de un sistema de seguridad social acorde con un estado social y democrático de derecho efectivo”. CEPS logró también un convenio con la cadena Telesur por 21.964 euros por una colaboración técnica. También suscribió un convenio con otra televisión venezolana, la Compañía Anónima Venezolana de Televisión (CANTV), por 29.990 euros. Este año, los convenios firmados con Venezuela supusieron el 48% de los ingresos de la fundación. Entre su clientela figuran de nuevo el Gobierno de Ecuador (198.000 euros) y, por primera vez, el de Bolivia (40.000 euros para el desarrollo constitucional, facilitar la “labor argumentativa de los legisladores” y cursos a líderes y funcionarios sobre derechos constitucionales).

(Iñigo, Monedero y Pablo Iglesias)

2009: 754.895 euros. Este año, CEPS ingresó casi un millón de euros, de los que casi el 70% procedieron del Gobierno de Chávez. Sumó 237.885 euros directamente del presidente venezolano por la “prestación de apoyo técnico en las áreas administrativas jurídicas y económicas”. Además, ingresó otros 224.000 euros del Ministerio de la Comunicación. En tercer lugar, firmó un convenio con el Instituto Venezolano de Seguros Sociales por 111.159 euros. El objetivo, un año más, era mejorar los derechos laborales de los venezolanos. CEPS logró también un convenio, 35.970 euros, por el mismo objetivo con el Ministerio de Trabajo para “la reforma de la ley de seguridad social”. Y como en ejercicios posteriores, cobró de la cadena televisiva CANTV (72.000 euros). También ingresó del Ministerio de Salud otros 21.412 euros. Igualmente rubricó un convenio con el Tribunal Supremo venezolano (21.412 euros) por la creación de una “red latinoamericana de constitucionalistas”. Ecuador fue de nuevo su segundo mejor cliente (180.000 euros).

2008: 609.400 euros. Como en 2009, CEPS ingresó más de un millón de euros. Más del 56% procedieron de Caracas. Y, como cada año, el ministerio que dependía directamente de Chávez aportó 198.000 euros. Como en otros ejercicios, el Ministerio de la Comunicación añadió otros 190.000 euros por diversos estudios de sociales. Al igual que en ejercicios posteriores, el Instituto Venezolano de Seguros Sociales pagó 180.080 euros para implantar un sistema de seguridad social. El Ministerio del Trabajo también aportó 32.400 euros con igual fin.

2007: 236.776 euros. CEPS ingresó medio millón de euros, de los que un 47% procedieron del Gobierno de Chávez. El Ministerio del Interior venezolano pagó 15.757 euros por la “formación y la capacitaciòn del funcionariado de prisiones”. El Instituto Venezolano de Seguros Sociales, un año más, suscribió un convenio con la fundación para la implantación de la seguridad social en Venezuela (189.757 euros).

2006: 499.925 euros. En este ejercicio, prácticamente todos los ingresos de CEPS proceden de Venezuela. La presidencia de ese país aporta 66.558 euros por “el diseño de políticas públicas que palíen la desigualdad de la población venezolana favoreciendo el reparto de la riqueza y garantizando la mejora de las condiciones de vida de los más desfavorecidos”. Además, como cada año, colabora en la implantación de la seguridad social en Venezuela. El instituto de Seguros Sociales aportó otros 189.000 euros. El Ministerio del Interior venezolano pagó 129.000 euros por formar a funcionarios de prisiones. CEPS firmó otros convenios con el departamento de Interior de Venezuela por un estudio para combatir la corrupción (81.000 euros). Igualmente, facturó servicios por 33.000 euros en cursos para funcionarios de Interior y Justicia sobre “neoliberalismo, globalización y reacción social”.

2005: 328.719 euros. Sólo ingresa 377.000 euros, pero más del 87% viene de las arcas de Venezuela. Ese año consigue 233.781 euros por asesorar al líder venezolano en “estrategia política”. Y obtuvo otros 94.938 euros del Instituto Venezolano del Seguro Social.

2004: 213.000 euros. Chávez aportó más del 85% de sus ingresos totales (250.575 euros). Entre otros convenios, uno de asesoramiento al Ejecutivo chavista por el que ingresó 133.133 euros. El Instituto Venezolano de Seguros Sociales pagó también 80.400 euros por otro convenio. Ni en 2003 ni en 2002, CEPS cita ingresos de Venezuela, pero ese año, recién nacida, ya firmó un convenio con su parlamento.

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Podemos afirma que se financia con aportaciones voluntarias

Podemos, la formación cuya lista a las elecciones europeas encabezó Pablo Iglesias, ha emitido un comunicado para asegurar que todas sus cuentas están publicadas, y que "ni recibe ni ha recibido un sólo euro" de ningún gobierno o fundación extranjera o nacional. "Nuestra única fuente de financiación son y han sido las aportaciones voluntarias de la gente", mantienen.

El movimiento responde de esta manera a la información publicada por este periódico en la que se asegura que la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), en cuyo consejo ejecutivo han figurado los tres principales dirigentes de Podemos (Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Luis Alegre) ha recibido desde 2002 al menos 3,7 millones de euros del Gobierno de Hugo Chávez, según las cuentas depositadas en el registro de fundaciones del Ministerio de Cultura.

Sin embargo, este periódico, que se reafirma en lo publicado, no asegura en ningún momento que el Gobierno de Caracas haya financiado el partido, sino que ha contratado los servicios de la citada fundación. Podemos reconoce en su comunicado, que Iglesias, Errejón y Alegre han colaborado con el CEPS en varias ocasiones con funciones organizativas o profesionales y que han desempeñado asesorías en diversos países de América Latina, "al igual que muchos miembros de otras formaciones políticas, como el PSOE o IU".
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Published on Mar 29, 2013

El profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Pablo Iglesias, aseguró que "América Latina ha demostrado que los países pueden recuperar su soberanía y decirle a las instituciones económicas internacionales y decirles 'No vamos a pagar la deuda porque es ilegítima, no vamos gobernar para una minoría de banqueros, sino para los familias y a favor de los ciudadanos".

"Lo que ha ocurrido en Venezuela, lo que está ocurriendo en América Latina es una referencia fundamental para el sur de Europa. Mi país está viviendo una crisis de regímenes, en es mi país en donde se está produciendo una transición porque todos los consensos han saltado por los aires", aseguró en el espacio Dando y Dando de Venezolana de Televisión (VTV).